La inteligencia emocional tiene un papel fundamental dentro de las organizaciones. Aquellos trabajadores que poseen una alta inteligencia emocional tiene la capacidad de comprender, ayudar y motivar a sus compañeros, además de ser capaces de manejar crisis y conflictos. Esto conlleva a que tengan un mejor vínculo laboral y la productividad se vea incrementada.
Según Daniel Goleman, psicólogo e impulsor del concepto “inteligencia emocional”, desarrolla cinco elementos clave:
Autoconocimiento emocional, nos ayuda a descifrar quién eres y a saber cómo y cuándo es nuestro mejor momento para tomar decisiones.
Autocontrol, nos permite reflexionar sobre nuestras propias emociones y controlarlas.
Motivación, nos permite enfocar las emociones a objetivos y metas con el fin de beneficiarnos.
Empatía, implica la capacidad de ponerse en el lugar de los demás y comprender sus emociones y perspectivas
Buenas relaciones sociales, conjugar los elementos anteriores nos permite tener una mejor comunicación con los demás.
¿Cómo influyen estos elementos en el entorno laboral?
Gestión de emociones propias
Esto les permite manejar el estrés, la presión y las frustraciones de manera más efectiva en el trabajo. Las personas emocionalmente inteligentes son capaces de controlar sus emociones y no permiten que influyan negativamente en su desempeño laboral.
Empatía
Esto es especialmente importante en el entorno laboral, ya que fomenta la empatía hacia los compañeros de trabajo, clientes y jefes. La empatía ayuda a construir relaciones más fuertes y a resolver conflictos de manera más efectiva.
Comunicación efectiva
Son capaces de expresar sus ideas, opiniones y necesidades de manera clara y respetuosa, lo que mejora la colaboración y el trabajo en equipo. Además, también son buenos oyentes y están abiertos a recibir retroalimentación de los demás.
Toma de decisiones
Esto les permite tomar decisiones más equilibradas y tener en cuenta el impacto que sus elecciones pueden tener en ellos mismos y en los demás.
Liderazgo efectivo
Los líderes emocionalmente inteligentes son capaces de inspirar y motivar a su equipo, comprendiendo las necesidades y emociones de los miembros del equipo. También son más hábiles para manejar conflictos, resolver problemas y fomentar un ambiente de trabajo positivo.
En resumen, la inteligencia emocional influye en el trabajo al ayudar a las personas a manejar sus emociones, desarrollar relaciones saludables, comunicarse de manera efectiva, tomar decisiones equilibradas y liderar con éxito. Estas habilidades emocionales contribuyen a un entorno laboral más positivo, productivo y colaborativo.
¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional en el trabajo?
Desarrollar la inteligencia emocional es un proceso continuo que requiere autoevaluación, práctica y paciencia. Intenta irlos introduciendo en el día a día y poniéndolos en práctica.
Busca recursos adicionales, como libros, cursos, seminarios, charlas o entrenamientos, que te ayuden a profundizar tus habilidades emocionales y aplicarlas en tu entorno laboral.